martes, 27 de febrero de 2007

Solo



Paseo a veces solo, como solo esta en su inicio el blog . A pesar del frío que provoca la palabra "solo" muchas veces resulta provocador y motivador, estar sin compañía.
A veces si tengo un rato libre, me siento en un banco de alguna de las ciudades por las que trabajo, y observo... Intento observar sin juzgar, solo por el placer de observar.
Observo sobre todo los ojos de las personas, sus miradas y su equilibrio al caminar. Escucho frases deshilvanadas de las conversaciones, y huelo el aroma de los perfumes que usamos para camuflarnos y embelesarnos.
Cuanto mas miro esos ojos, mas me comprendo, porque realmente detecto tanta igualdad en todas esas miradas, tanta similitud a la de mis propias miradas que me sereno, y comprendo que todos somos iguales.Y que toda acción es comprensible y por lo tanto toda acción puede ser liberada de juicio, o como diría algún religioso, perdonada.
Otras veces observo la naturaleza, y eso me transporta a ese lugar en el que el tiempo nunca es simétrico o simplemente no existe.
Pasear solo y en silencio... escuchando, oliendo, sintiendo, me resulta una de las mejores terapias que conozco. Me renueva el estar aunque sea una hora conmigo mismo, sintiendo que ocurre en mi, y todo ello sin pensar ni analizar, dejando a esa dictadora miedosa que es la mente fuera de juego. Regresar a casa con esa sonrisa que ilumina una cara y un alma, y a veces el vecindario entero.
Una sonrisa de complicidad conmigo mismo y con el resto del mundo. Como de tregua, como de sentir, si ahora entiendo..... aunque no pueda expresarse en simples palabras.
En fin, os recomiendo pasear y observar sin juzgar a vosotros solos, eso me hace disfrutar mas cuando lo hago en compañía.

Un abrazo de un duende
(La fotografía esta tomada en el puerto de Urkiola, en la provincia de Vizcaya)

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