lunes, 12 de marzo de 2007

El fin, el destino...



Hay que mirar alto para ver el fin. No se donde he oido esta frase, pero me gustó. Me hizo relaccionar la palabra fin con la palabra destino, y por analogia involucrarme en una nueva reflexion sobre el destino, y de ahí salió este boceto.
Cuando voy de viaje, elijo mi destino (elijo mi destino).
Si quiero ir a disfrutar de un lugar que me guste. ¿Por que dejar a otro que elija por mi? ¿O porqué cambiar el destino por uno que me desagrade? Yo no lo permitiría.
Creo que lo que llamamos "destino", eso que creemos que está escrito (me gustaria saber donde), no es mas que una eleccion que tomamos para nosotros mismos. Un lugar o situacion hacia el que caminar. (aunque no seamos muy conscientes de ello).
Una vez que caminamos hacia un lugar, tomamos cierta inercia, que personas observadoras y sensibles pueden percibir, personas que se atreven a leer, o mejor diria, escribir, tu destino por ti, basandose en esa trayectoria. No obstante, y aunque cueste un poco frenar un objeto que viaje deprisa y que lleve una inercia muy marcada y visible, es posible hacerlo, y es posible cambiar de destino durante un viaje, o una vez llegados a ese lugar, es posible elegir un nuevo fin.
Y ya que podemos elegir... miremos alto, y sonriamos por el camino.
Yo no creo en un destino unico y marcado, yo se que existen tantos destinos como puntos de partida, tantos futuros, como presentes.

Buen viaje, buen camino y ... buen destino. y ya saben que si eligen Siete Duendes como destino, seran bienvenidos.

Saludos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya que si

Anónimo dijo...

... Ahí te he visto grandullon.
No sabiamos de tu aficion literaria. Zorionak mutil
Rober and company